Andrea

En Honduras, 1 de cada 4 nacimientos es de una menor de 19 años. Es una estadística asombrosa que refleja la realidad que enfrentan muchos adolescentes. La mitad de estos embarazos son el resultado de agresiones sexuales, a menudo perpetradas dentro de la familia.

 

Muchos adolescentes también se encuentran en situaciones complicadas sin la información adecuada sobre educación sexual. Un testimonio de otra chica nos cuenta que no sabía que una mujer puede quedar embarazada una vez que comienza a menstruar. Ahora sabe que habría sido importante tener cuidado con los métodos anticonceptivos.

 

A una de las voces de Andrea le resultó difícil contarles a sus padres sobre el abuso que estaba enfrentando, y aún más difícil cuando enfrentó reacciones negativas. Esto se debe en parte a los tabúes culturales que rodean estos temas. Como muchas niñas que luchan por encontrar las palabras, desearía saber cómo pedirles apoyo.

 

Es fundamental educar a los jóvenes sobre qué es el consentimiento y cómo identificar y denunciar insinuaciones sexuales no deseadas. Una niña compartió que le gustaría tener la confianza para decirles a sus padres: "Mamá, esto me está pasando con esta persona de la familia y no sé qué hacer". Las conversaciones abiertas sobre el cuerpo y el respeto son esenciales para empoderar a las mujeres jóvenes y prevenir situaciones de abuso.